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La Unión Internacional de Inquilinos fija cinco pautas fundamentales de cara a las elecciones europeas de 2009

Unión Internacional de Inquilinos

“Los inquilinos demandan una Europa solidaria”

Adoptadas por la Junta Directiva de la IUT en Gotenburgo, Suecia - 25 de abril de 2009

1) Todos tienen derecho a una vivienda asequible y digna, ya que el derecho a la vivienda es un derecho fundamental

La Constitución europea –el Tratado de Lisboa– debe garantizar los derechos sociales en territorios clave. El derecho a la vivienda es un derecho humano fundamental que debe formar parte tanto de las constituciones nacionales como del Tratado de Lisboa.

2) Los Estados miembros de la Unión Europea deben aplicar normas de ayuda para sostener los sistemas nacionales de financiamiento de viviendas asequibles

La construcción de viviendas dignas y asequibles en entornos saludables es uno de los pilares fundamentales de las políticas de cohesión social y territorial. Los Estados miembros de la Unión Europea deberían promover activamente la construcción y el mantenimiento de viviendas sociales. La Comisión de la UE debería aplicar normas adecuadas de ayuda social para sostener las políticas de estos Estados, en vez de ponerlas en peligro.

3) La UE debe luchar contra la exclusión habitacional y escasez de energía, y garantizar que sean asignados fondos públicos suficientes para la construcción de viviendas con bajo consumo de energía, siendo asequibles a los sectores de bajos ingresos económicos

El 16% de la población europea –78 millones de personas– vive bajo la amenaza de la pobreza. Los costos de construcción, calefacción y electricidad se han ido incrementando rápidamente. Los trabajadores tienen enormes problemas para alquilar una vivienda urbana a precios accesibles; en especial las familias de menores recursos, que habitan viviendas en malas condiciones y amenazadas por la escasez de energía. La mejor manera de combatir este problema es renovar las viviendas para hacerlas de “bajo consumo”. Las metas del “proyecto 20-20-20” con las que la UE se comprometió para fines del año 2020 (reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero, reducir un 20% el consumo de energía mejorando el rendimiento energético y conseguir atender el 20% de las necesidades energéticas con energías renovables) no serán alcanzadas a menos que se concentren en el tipo de urbanización actual, que es responsable del 40% de las emisiones de gas de efecto invernadero en Europa. Los fondos estructurales deberían acelerar el proceso de renovación de las viviendas con el fin de mejorar el rendimiento energético. La apertura de fondos de vivienda en los 27 países de la UE actual es una decisión importante y un gran avance, pero lo que ahora se necesita es continuidad. La UE debería garantizar el flujo estable de fondos estructurales no sólo para el período actual sino para después de 2013. El Banco Europeo de Inversiones (BEI) debería proveer nuevos instrumentos de financiación e incrementar los fondos de inversión para el ahorro de energía, tanto en las viviendas privadas como públicas. Las viviendas con bajos costos energéticos no deberían ser un privilegio de los ricos. El gran desafío que tenemos por delante es facilitar un acceso igualitario a las familias de bajos ingresos.

4) Evidenciar el bajo consumo de energía en las viviendas: asegurar una acción transparente y confiable, priorizando la adopción de las construcciones con nuevos rendimientos energéticos en 2009

La actualización de la directiva de rendimiento energético para los edificios (EPBD) es un gran paso hacia la transparencia del mercado inmobiliario. Conocer el consumo energético de nuestras viviendas es el primer paso en el ahorro de energía. Los inquilinos apoyan fuertemente la nueva directiva y reclaman un rápido proceso legislativo. Para ello, apelan a la responsabilidad de los propietarios y ofrecen su apoyo estratégico para impulsar las inversiones en el ahorro de energía.

5) La UE debe afrontar la crisis financiera con un nuevo pacto sobre desarrollo social urbano que garantice el acceso a viviendas protegidas a los habitantes de nuestras ciudades

El sector inmobiliario y de la construcción es uno de los sectores más importantes de Europa. Asimismo, resulta fundamental para afrontar la crisis económico-financiera, a través del impulso de las economías y los mercados laborales regionales. Promover viviendas dignas y asequibles en entornos saludables es una manera de salir de la crisis. Las políticas de desarrollo social urbano deberían procurar una mejora en la calidad de vida de nuestras ciudades y respetar las necesidades de sus habitantes. Tanto las compañías sin fines de lucro como las cooperativas de viviendas son responsables del rendimiento del capital invertido en nuestras ciudades. El desarrollo social urbano es un instrumento adecuado para atacar la inequidad y luchar contra la profunda inestabilidad causada por la segregación. El plan de recuperación económica (EERP) y las políticas de cohesión territorial de la UE son pasos en la dirección correcta. La financiación futura de la UE debe estar dirigida a combatir los guetos y crear viviendas asequibles en entornos dignos y estables.

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Los(las) siguientes Traductores(as) Voluntarios(as) por el derecho a la vivienda sin fronteras de la AIH colaboraron para la traducción de este texto:

Ines Macchi, Carolina Fortini