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La Via Urbana

FSM 2007: seminario "El Fondo Popular para la tierra y la vivienda"

No pagar la deuda para abastecer un fondo para el acceso a la vivienda y los servicios básicos.

Al seminario, organizado por l'AIH y la FAL, han participado más de una centena de representantes de organizaciones sociales y representantes electo procedentes de dieciséis países.

Participaron también entre otros Cesare Ottolini, coordinador de la Alianza Internacional de Habitantes, Patrizia Sentinelli, Vice-Ministra de Relaciones Exteriores, Italia, W Nairobi W Campaign, Kenya, Paul Maquet Makedonski, Comité de Campaña por la Vivienda Digna – Jubileo Perú, Patrick Jarry, Mayor Nanterre, France, Antonio Blanco Cueto, Vice-Presidente, Diputación de Málaga, FAL, Yves Cabannes, UN-AGFE Convenor, UK, FAMSI, FALP, Riccardo Moro (Fondación Giustizia e Solidarietà, Italia).

Los proveedores de fondos, los Estados del Norte y sus cómplices del sur (Estados) deben pagar la deuda social. En efecto, el pago del servicio de la deuda, las políticas drásticas de ajuste estructurales impuestas por los proveedores de fondos, la liberalización atroz de la economía, la retirada del estado del servicio público y su papel de regulador social, el desvío por los gobernadores del dinero de la deuda, crearon un déficit social y contribuyeron a la generalización de la pobreza. Este déficit de servicios públicos básicos debe ser colmado por los proveedores de fondos y los Estados.

En efecto con las políticas vinculadas al pago (plan de ajuste, corte sobre los presupuestos sociales) la inseguridad es creciente en el ámbito del alojamiento a escala mundial. Ahora bien no son los fondos que faltan ya que la deuda si es un problema, su no pago puede resultar una solución para cubrir el déficit social, pero como un medio para unir las fuerzas de la sociedad civil, las autoridades locales y los Gobiernos progresistas proponen el pago de la deuda social para la vivienda y los servicios básicos.
En este marco, el Gobierno italiano aceptó la propuesta de la AIH de reconvertir la deuda de Kenia para el impulso de políticas sociales favorables a las poblaciones pobres.

La cooperación descentralizada debe percibirse como una palanca de solidaridad en la lucha para el no pago de la deuda y la constitución del fondo de solidaridad para la tierra y la vivienda. Un medio de desarrollar políticas innovadoras, transparentes en asociación con la sociedad civil y los Gobiernos. Por tanto debemos saludar el acuerdo del Municipio de Nanterre de acompañar a la AIH en esta lucha.
Este debate también estuvo dirigido en el seno de FAL y se informó a los participantes de esta principal actividad de la AIH.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Las organizaciones sociales urbanas y las autoridades locales reunidas en el marco del FSM de Nairobi 2007, manifestamos lo siguiente:
1. En muchos países las políticas oficiales se eximen de los problemas de la vivienda, el hábitat y la ciudad excluyendo a los mecanismos del mercado y al libre juego de la oferta y la demanda, favoreciendo a los grandes grupos de poder inmobiliario. En este contexto los sectores de bajos ingresos son obligados a ocupar zonas marginales, sin posibilidad alguna de acceder a una vivienda digna.
2. Desde esta perspectiva consideramos que se hace indispensable proponer y llevar a la práctica políticas de viviendas alternativas, que eviten el sufrimiento de millones de personas en situación de vulnerabilidad.
3. Es necesario recoger la práctica y la experiencia de las organizaciones sociales de base y de los gobiernos locales para diseñar planes y programas de vivienda y mecanismos concretos que les den viabilidad practica.
4. Los movimientos sociales urbanos, la Alianza Internacional de Habitantes, las autoridades locales, los gobiernos progresistas y los movimientos anti deuda debemos constituir un foro internacional permanente que, compartiendo principios e idearios, pueda alentar el intercambio de experiencias y trabajar conjuntamente en la creación de fondos nacionales y locales orientados al servicio publico de la vivienda popular, particularmente el sector de las cooperativas.
5. Estos fondos deben provenir de los propios presupuestos nacionales, de los impuestos al suelo, así como de fondos de la cooperación descentralizada y de la cancelación de la deuda externa.
6. Dichos fondos deberán ser manejados de manera transparente con participación activa de las organizaciones sociales de base, y canalizados vía instituciones de micro crédito popular, a partir de planes locales de vivienda diseñados y puestos en práctica por los gobiernos locales en coordinación con las organizaciones sociales de base, en el marco de los presupuestos participativos y otros instrumentos democráticos de gestión de los espacios locales.