LA NUEVA POLÍTICA DE VIVIENDA DEL GOBIERNO: LA NUEVA FORMA DE SEGREGAR
EN CHILE, EL TEMA DE LA VIVIENDA PARA LOS SECTORES MAS POBRES ES DEPRIMENTE, EL ACCESO A UNA VIVIENDA DIGNA, PASA NECESARIAMENTE POR LOS RECURSOS ECONÓMICOS QUE TENGA EL NECESITADO, EL ESTADO CARECE DE POLÍTICAS SERIAS, REALES Y RESPONSABLES QUE DEN RESPUESTA A LOS MILES DE SIN CASA QUE CADA DÍA SE ORGANIZAN, Y QUE EN SU DESESPERACIÓN, ESTÁN DISPUESTOS INCLUSO A LA TOMA DE TERRENOS
SE HACE NECESARIO HOY MAS QUE NUNCA ORGANIZAR, PLANIFICAR Y GESTIONAR TODAS LAS FORMAS NECESARIAS QUE PERMITAN LA OBTENCION DE UNA VIVIENDA DIGNA, DE A LO MENOS DE 56 METROS CUADRADOS, CON ÁREAS VERDES, CON SISTEMAS DE SERVICIOS BÁSICOS INTEGRADOS, COLEGIOS, CENTROS DE SALUD, COMERCIO, ESPACIOS RECREATIVOS, SEGUROS Y DIGNOS...QUE IMPIDAN LA SEGREGACIÓN Y LA CREACIÓN DE NUEVOS GHETOS
La nueva política habitacional del gobierno significa un enorme retroceso a los tímidos e insuficientes avances que en materia de vivienda y justicia social significaron los gobiernos de la concertación.
La eliminación del subsidio de localización para la vivienda social, que representaba un tímido esfuerzo por integrar a los distintos segmentos sociales, permitiendo que las viviendas para los sectores carenciados se ubicaran en barrios con valores de suelo más caro que los máximos admitidos para la misma, volverá a condenar a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad a ser instalados en periferias cada día más lejanas y carentes de todo el equipamiento y la infraestructura necesaria para un desarrollo humano integral y una calidad de vida aceptable.
Se consagra así el retorno a las políticas habitacionales y urbanas de la dictadura que soñaba, según reza el texto de la PNUD de 1979, con la constitución de barrios homogéneos en donde los ricos vivirían rodeados de ricos y los pobres, de pobres, acrecentando la segmentación urbana y eternizando la fragmentación social.
Se percibe en el subtexto de la determinación del gobierno, una alineación estratégica con las demandas de los grupos inmobiliarios que, a través de la prensa oficial, han iniciado una nueva y brutal campaña de desinformación para intentar presionar al gobierno ,así a sido en la región metropolitana, se a presionado para que se apruebe la modificación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago, rechazado hace pocos meses en la misma instancia, que pretende incorporar al suelo urbano de la región metropolitana mas de 10.000 nuevas hectáreas argumentando que ya no existen suelos para vivienda social ni para los sectores medios, mientras el centro y el pericentro de nuestra capital, que representa mas del doble de las hectáreas en discusión, sigue deteriorándose y vaciándose de habitantes.
De esta manera, entre las políticas del gobierno que condenarán a los más pobres a vivir cada vez más lejos del trabajo, del estudio, de la salud, de la cultura y de la entretención sana y los intereses de los grupos inmobiliarios que no toleran hacer negocios con márgenes de utilidad razonables y beneficiosos para la sociedad toda y no solo para ellos, asistiremos a la consolidación de esa ciudad dicotómica con la que sueñan algunos, en donde coexistan sin toparse ni conocerse el derroche y la escasez; la salud y la enfermedad; el ocio y la superexplotación; la educación para los ricos y la educación para los pobres; el consumo de drogas seguro y costoso y el microtráfico y las riñas de bandas y pandillas que pretenderán asegurar la oferta de “mercancía” a quienes demandan y mercadean en las zonas adineradas, por supuesto sin peligro ni problemas con la justicia.
Así, mantendremos “condenados” a estos últimos a ser gerentes o mandos medios de grandes empresas y emprendedores y a los primeros, a ser la mano de obra barata de los segundos.
Seguramente las futuras cárceles concesionadas se seguirán llenando de aquellos que provienen de los barrios periféricos, en donde seguirá campeando el micro tráfico, el alcoholismo, la drogadicción, la violencia intrafamiliar y el desempleo, mientras en los sectores pudientes se seguirá defendiendo a la familia y la seguridad ciudadana con más muros y más rejas, con más oficiales tentándose con el negocio para asegurar el statu quo y los privilegios de quienes más tienen, mediante leyes que estigmatizarán a los postergados y criminalizarán, endureciendo cada vez más las penas, la protesta social y la desesperanza aprendida.