Las cifras del mal alojamiento
Informe mal alojamiento 2009, Fundación Abbé Pierre
En 2009, Francia cuenta con 3,5 millones de personas sin vivienda o mal alojadas, a las que se agregan más de 6,5 millones de personas en situación de extrema precariedad de vivienda a corto o a mediano plazo. Estas alarmantes cifras ponen en evidencia la amplitud de la crisis del alojamiento y las dificultades que ella genera para los hogares cada día más numerosas.
3,5 millones de personas sin vivienda o mal alojadas...
Entre los 3,5 millones de personas que conocen una problemática fuerte de mal alojamiento, se cuentan 100.000 sin domicilio fijo. Esta estimación de la Fundación Abbé Pierre se basa en una encuesta nacional realizada por el Insee en 2001 en hogares que utilizan servicios de alimentación y de albergue gratuito. Si esta encuesta es la primera en haber permitido el conteo de las personas sin vivienda en Francia, las cifras anunciadas (86.000 personas sin domicilio fijo) parecen a este lado de la realidad/ parecen más reales. Para numerosos observadores, los niveles de financiamiento consagrados al « 115 » (número de urgencia social) o incluso a las habitaciones de hotel (sobre los presupuestos de las casas y de los departamentos) revelan necesidades consecuentes y entonces una población sin vivienda que alcanzaría a minima las 100.000 personas.
A estas personas sin domicilio, que se efrentan a las situaciones más dolorosas, se agregan otras personas privadas de vivienda personal, y en total, son cerca de 600.000 personas que sufren una falta de alojamiento. Según el censo de la población de 1999, 50.000 personas viven en habitaciones de hotel y 41.400 en hábitats de fortuna (cabañas, construcciones provisorias...). Recurrir al camping y a la casa rodante constituye hoy un fenómeno nuevo que involucraría – según una encuesta del CNRS realizada en 2005 – a aproximadamente 100.000 personas. Si a esto se agregan todas las personas albergadas por terceros, en condiciones de alojamiento difíciles, tanto para los albergados como para quienes los acogen: a defecto de informaciones disponibles sobre este público en la encuesta Vivienda de 2006, es sobre la encuesta de 2002 que la Fundación Abbé Pierre se basa, para estimar en 150.000 el número de personas en esta situación. Finalmente, un informe de la Corte de cuentas, publicado en abril 2007, y los datos actualizados de la Guía de dispositivos publicada por la DGALN/DGAS en septiembre 2008 permiten estimar en 152.100 el número de personas acogidas en estructuras de albergue y de inserción: acogida de urgencia (aparte de los centros de albergue de emergencia), CHRS residencias sociales (aparte de las Maisons-relais), centro de acogida para los solicitantes de asilo, cupos financiados gracias a la Allocation logement temporaire (ALT)...
A las 600.000 personas privadas de domicilio personal se agregan más de dos millones de personas que viven en condiciones de alojamiento muy difíciles. Estas situaciones llevan por una parte a la incomodidad y a la mala calidad de las viviendas, es decir, a todos aquellos que no disponen de elementos de confort sanitario de base (1), de una instalación para hacer la cocina, que presentan un revestimiento de fachada en mal estado y una instalación eléctrica deficiente (2): a partir de la encuesta Vivienda de 2006, la DGALN estima en 711.000 el número de viviendas no confortables o de mala calidad en las que viven 1.325.000 personas.
Por otra parte, numerosas personas conocen condiciones de alojamiento muy difíciles debido a una sobrepoblación acentuada (cuando ellos viven en una vivienda que tiene dos piezas menos que el número normativo de piezas « necesarias » para la familia) (3): de acuerdo a la encuesta Vivienda de 2006, 183.000 viviendas están involucradas (en las que viven 797.000 personas). Lo que eleva a 2.044 el total de personas que se enfrentan a un problema de falta de confort, de mala calidad de la vivienda o de sobrepoblación acentuada según la DGALN (sin cuenta doble). Por otra parte, la actualidad pone regularmente sobre el tapete situaciones de insalubridad, de saturnismo infantil, hoteles amoblados en estado de degradación, artimañas de vendedores de sueño o incluso de reconstitución en las franjas de las ciudades de los barrios de chabolas que se creían desaparecidos. Recortando un parte de estas formas de hábitat, las estimaciones ministeriales calculan en 600.000 las viviendas indignas, que involucrarían a un poco más de un millón de personas (4). Las familias más pobres continúan entonces siendo acogidas en condiciones de vivienda jurídica y socialmente inaceptables, y a pesar de las políticas de mejoramiento del hábitat aplicadas desde hace varios años.
Entre las familias sin casa o mal alojadas hoy en Francia, figuran finalmente las 860.000 personas en situación de ocupación precaria, sea porque ellas son arrendatarias o subarrendatarias de un piso amoblado (la encuesta Vivienda de 2006 recensa 640.000 personas en esta situación), sea porque ellas ocupan una vivienda sin derecho ni título como consecuencia de una decisión de justicia que ordena la expulsión (apoyándose en las bases proporcionadas por el Ministerio del Interior, se puede calcular que más de 221.000 personas en 2007 pasaban esta situación de fragilidad extrema.
... a las cuales se agregan más de 6,5 millones de personas en situación de real fragilidad
Estas situaciones extremas de « mal-alojamiento » no deben enmascarar las situaciones de real fragilidad a corto o mediano plazo que reúnen más de 6,5 millones de personas. Algunas familias son albergadas por amigos o por la familia en condiciones que, sin ser consideradas como muy difíciles, evidencian una fuerte precariedad en cuanto a su estatus de ocupación: más de 820.000 personas están así afectadas según la encuesta Vivienda de 2002. La precariedad se manifiesta igualmente a través de la falta de confort del hábitat. Cada día más familias en situación de sobrepoblación « acentuada », 3,5 millones de personas conocen una situación de sobrepoblación « en el amplio sentido » (vivienda que tiene una pieza menos que el número normativo de piezas « necesarias » para la familia).
Se agregan las familias que viven en copropiedades degradadas que necesitan una intervención pública: si la encuesta Vivienda 2002 proporcionaba la cifra de 300.000 en copropiedades degradadas, los actores involucrados por este fenómeno estiman que, en la actualidad, hay 350.000 familias que se encuentran en esta situación, es decir, aproximadamente 875.000 personas.
Por otra parte, frente a la crisis de vivienda que se ampliado en el curso de estos diez últimos años, nuevas dificultades surgieron para las familias, principalmente dificultades para mantenerse en su vivienda y hacer frente a los gastos asociados a ella . Según la encuesta Vivienda de 2006, más de un millón de personas se enfrentan a problemas de impagos: se trata en su mayoría de locatarios con arriendos impagos (494.800 familias, es decir 1,2 millones de personas) para también de propietarios que se encuentran en situación de no pago de cargos o de no devolución de préstamos (70.000 familias, sea 175.000 personas).
1 Ausencia de agua corriente, de instalación sanitaria o de WC interiores.
2 Instalación no encastrada, hijos no protegidos por barras, ausencia de toma de tierra.
3 Las situaciones de sobrepoblación y de albergue en casa de terceros devuelven a una banda baja, puesto que se basan en investigaciones declaratorias (INSEE) mientras que estas situaciones de alojamiento o superpoblación son consideradas por ilegales por el proveedores de fondos públicos y de las administraciones (CAF) y no son entonces siempre declaradas.
4 Estos datos no figuran en el cuadro de las Cifras del mal alojamiento a fin de evitar toda cuenta doble.