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San Isidro Labrador, México, Tianguis agroecologico

En el marco de las fiestas patronales de San Isidro Labrador, 14 y 15 de mayo de 2012, municipio indígena de Zaragoza, Veracruz, se realizó el tianguis agroecológico, cuyo noble propósito es recuperar la cultura ancestral del trueque, la fiesta y la agricultura orgánica. En este evento participaron indígenas Tzotziles, Zoques y Nahuas. También mestizos de Veracruz, Oaxaca, Ciudad de México y Chiapas.

El Tianguis se engalana con una extraordinaria ceremonia indígena que en un circulo plasma la cruz cosmogónica, se destaca la cruz elaborada con los maíces rojos al oriente para simbolizar el nacimiento del sol, los blancos al poniente para representar la luna y el viento, al norte los amarillos que significan el fuego y los procesos organizativos de los pueblos y al sur los morados para mostrar el color de la tierra y la abundancia, al centro el agua, el ombligo que conecta a la tierra con todo el cosmos. Los serafines cantos y el sonido del caracol anuncian el principio de la vida para agradecer a la madre tierra los dones y bienes que han proporcionado a la humanidad para su recreación.

El día luce esplendoroso, todas las flores abren su perfume de arcoíris y la lluvia refresca nuestros cuerpos. Por supuesto la lluvia, símbolo de San Isidro Labrador nos regalo la fragancia, la frescura y el olor de la tierra mojada. Se forman cinco filas de mujeres y hombres que llevan cada uno un pequeño ramo de flores amarillas, rojas, blancas, moradas y verdes. Todos bailan al ritmo del caracol y el tambor que repica las voces de la lluvia. El humo del copal y los ramilletes de albahaca perfuman los cuerpos fuego. Se cumple así la tradición ancestral de juntar el cosmos, el agua, el viento, el fuego y la madre tierra. Los danzantes son tierra, son humus que renace y reverdece en la sonrisa de las niñas, de las mujeres y ancianos que agradecen un día más de vida. Se celebra con San Isidro la resistencia y la emancipación, para evitar que el sistema neoliberal, perverso y cruel, destroce las culturas milenarias. Con San Isidro renace la vida.

El tianguis se instala con las tortillas multicolores nacidas entre aplausos, vestidos de algodón, dulces de alegría, medicina ancestral con herbolaria, artesanías, gallinas, maíz. Frijol, azúcar morena, sabrosos alimentos, libros, etc. Todas las personas presentes inician el trueque que consiste en promover el intercambio sin moneda de por medio, utilizan los productos básicos como la dinero equivalente. Aquí la palabra y la buena voluntad para evitar la desigualdad en el intercambio es la clave para fortalecer el concepto de que otro comercio es posible, justo y equitativo sin monedas, simplemente hacen valer el trabajo y la devuelven el crédito a la palabra.

La práctica del tianguis con trueque hace felices a todos los que participaron, nadie se sintió defraudado y todos truquearon.

Asimismo durante las fiestas patronales las organizaciones sociales de Pobladores, Casa de salud de Minatitlán, Pastoral indígena de Zaragoza y Heifer se realizó el “pase en cadena”, que consiste en la entrega de pollos a los grupos colectivos de mujeres que se comprometen en alimentarlos y cuidarles la salud con homeopatía y herbolaria, es decir a darle un trato noble a los pollos, que serán devueltos en el próximo encuentro, en igual número y calidad a otros grupos organizados. De aquí el nombre de “PASE EN CADENA”, que siembra la semilla de la soberanía alimentaria y fortalece la economía comunitaria de los pueblos. El “pase en cadena” fortalece la identidad territorial, el tapaleui, la toma de decisiones en asamblea. En suma, se predica con el ejemplo el manejo agroecológico de los pollos, el apoyo mutuo y la solidaridad a través de las granjas colectivas. Para cerrar la fiesta con el “pase en cadena”, el Obispo Rutilo Escandón, el Párroco Alfonso Carrazco, son los testigos de honor que acreditan la entrega de los pollos a los colectivos de mujeres de Zaragoza y corresponde a la compañera María de los Ángeles Prieto, Gela, dirigirse a los presentes con el mensaje siguiente, “los pollos son seres vivos que requieren de nuestros cuidados, tenemos que tratarlos como de la familia para que crezcan sanos y se reproduzcan para que en la próxima fiesta regresen para habitar en las nuevas granjas colectivas que los recibirán con gusto, solo así construiremos el buen vivir y aprenderemos a recuperar la armonía con la naturaleza”

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